ACTUALIZACIÓN: el restaurante cerró sus puertas hace ya algún tiempo.
Art&Burger es uno de los últimos llegados a intentar competir por el cetro de la mejor hamburguesa de Madrid, y aunque con peculiaridades, no le faltan méritos.

Pero primero, la principal peculiaridad. Y es que aunque intenté visitar en diario en 2 ocasiones diferentes Art&Burger, siempre lo encontraba cerrado. Y en el exterior del local y en su web no informan de los días de descanso ni de los horarios.
Lo curioso fue cuando un amigo me reenvió hace no mucho la nota de prensa con la que se daban a conocer oficialmente: Art&Burger sólo abre los viernes, sábados, domingos y festivos. Habida cuenta de lo populares que son los restaurantes de hamburguesas hoy en día y de la crisis económica, es cuando menos sorprendente.
El local
Art&Burger está muy bien situado, muy cerca de la Plaza de la Paja, en pleno barrio de La Latina. El local en sí no es muy grande pero engaña, pues tiene un primer salón con espacio para alrededor de 18 comensales, pero luego hay otro salón interior de un tamaño algo mayor. En la planta de abajo, cuenta con una sala con paredes y techos de ladrillo, al clásico estilo de las cavas madrileñas de esa zona, con mesas altas.

Las paredes son curiosas, porque tienen murales pintados por el artista gráfico Ricardo Cavolo, y la verdad es que son interesantes. Según cuenta Art&Burger en su web, Cavolo recreó los estilos de pintores americanos del siglo XX tales como Polock, Rothko o Basquiat. Además en los pasillos había fotografías expuestas.

La carta
Como todo buen restaurante de hamburguesas que se precie, la carta de Art&Burger tiene una serie de entrantes y postres típicos, como pueden ser los nachos con guacamole, los aros de cebolla, quesadillas y otros platos similares.
En nuestro caso pedimos aros de cebolla (5,50 euros) y chili casero con carne y crackers (7 euros). El chili en realidad viene también con queso, pero el amigo con el que estábamos comiendo odia el queso, así que nos lo pusieron sin queso.

Los aros de cebolla era simplemente correctos, de tamaños muy dispares y la ración me resultó algo escasa. No son, desde luego, los mejores aros de cebolla que he probado. El chili, sin embargo, estaba delicioso y os lo recomiendo.

En cuanto a postres, acabamos algo llenos pero compartimos un crumble de manzana con helado de vainilla (4,50 euros), que aunque no demasiado grande, tiene un fondo suficiente y resultó muy satisfactorio. También podéis encontrar brownies, tarta de queso o chocolate chip cookies, etc.

En cuanto a las bebidas, los refrescos son de botella de 350ml, afortunadamente, y además de cerveza Budweiser de barril tienen también Inedit, que es la que pedí yo.
Las hamburguesas
Uno de los claims de Art&Burger es que utilizan carne de buey de raza Black Angus para sus hamburguesas. Este tipo de carne, muy popular en países anglosajones, todavía es de consumo minoritario en España, y por lo que me contaron ellos mismos la importan y luego la pican en el local.

Las hamburguesas vienen con un tamaño base de 160 gramos, pero se pueden pedir de 225 gramos por 3 euros extra, lo que me pareció algo caro. El pan en el que se sirven es artesano, con semillas de sésamo y de tipo brioche, pero debo decir que de todos los panes de este tipo que he probado es uno de los que más me ha gustado porque no tiene un sabor excesivamente dulce. Además, viene ligeramente tostado, aunque la parte inferior suele sucumbir a los jugos de la carne en los últimos bocados.

Preguntan el punto de la carne, y curiosamente, por lo que pude ver y podéis comprobar en las fotos, es uno de los pocos sitios en los que pecan por defecto, no por exceso, y es que yo diría que mi hamburguesa venía poco hecha, no al punto.
La carne es tierna y jugosa, pero lamentablemente, le falta sal y pimienta cuando la probáis sola. Sé que es una queja recurrente que hago siempre, pero me sorprende cómo algo tan sencillo como un correcto sazonamiento de la carne de la hamburguesa se hace tan mal en tantos restaurantes, cuando es un paso básico.

La carta de hamburguesas sólo tiene 5 referencias, 3 clásicas, podríamos decir, y 2 más elaboradas. En nuestro caso, pedimos un poco de todo. Una persona pidió la Clásica, que es la hamburguesa base, con lechuga, tomate, cebolla roja y pepinillos (9,90 más los 3 euros de hacerla de 225 gramos), una Blue Cheese de tamaño normal con cebolla roja a la plancha, rúcula, peras a la plancha y queso azul. En la carta no lo dice, pero la que nos sirvieron llevaba bacon, que es de los mejores que hemos visto, crujiente, como tiene que ser (11,50 euros) y en mi caso, pedí la Inedit, que lleva cebolla roja a la plancha, pepinillo, queso raclette, jugo de carne y boletus, de 225 gramos (13,50 más 3 euros de hacerla grande, algo cara).

En general, las hamburguesas están buenas, aunque en el caso de la Inedit, como la carne además viene poco sazonada, los boletus se comen bastante el sabor de la carne. Por cierto que las hamburguesas vienen todas con patatas y una mini ensalada de col (en dos pinchadas te la acabas).
Sin noticias de este sitio, parece que ha cerrado o algo. Una pena.
Vaya hombre… pues una pena porque estaban muy bien.