El viernes pasado pudimos, por fin, disfrutar del premio de «la cena de tu vida» del asador El Rancho. Aunque quizás me estoy adelantando y debería explicar de dónde surgió todo esto. El caso es que nosotros ya habíamos comido en El Rancho, un asador argentino que está cerca de casa y es que ya me conocéis, soy carnívoro confeso. Además ellos tienen una presencia muy activa en redes sociales, con un concurso por el que puedes ganar la susodicha «cena de tu vida».

Y decidí participar. Total, lo más posible era que no tocase, pero si tocaba, el premio incluía un paseo por Madrid de una hora en limusina, con cava fresquito, con una cena degustación luego en el restaurante, y espectáculo de tango en directo. El tango de todas formas lo puede disfrutar todo el mundo porque todos los viernes por la noche hay espectáculo, y el menú degustación también lo tienen en la carta. Además, el trato VIP también se puede solicitar, que incluye un coctel de bienvenida, la mesa con pétalos de rosa y con camarero en exclusiva.

Sólo puedo decir que lo disfrutamos muchísimo. Además, hacía tiempo que no salíamos, y esto de que te venga a buscar la limusina fue la oportunidad perfecta para que Laura volviera a subirse a sus Jimmy Choo, aunque sinceramente, ver aparecer una limusina en un barrio como el nuestro llamaba la atención, y cuando sales del portal y la gente te ve más o menos guapetón, y que te diriges hacia ella, da un poco de corte.
El paseo nos llevó hacia Plaza de España, por Gran Vía hasta Cibeles y luego por el Paseo de la Castellana para volver por Serrano, Alfonso XII, Atocha, Pirámides y ya enfilados al restaurante. Poder tomar unas copas de cava fresquito fue un lujo, y ver la ciudad desde la comodidad y extravagancia de la limusina también. Ahora ya sabemos lo que se siente, que siempre cuando íbamos a Estados Unidos y las veíamos, sobre todo en Nueva York, pensábamos «¿quién estará ahí?», y como en nuestro caso, lo más normal es que haya gente corriente, no Chuck Bass o Serena Van der Woodsen.

Una vez ya en el restaurante, la cena fue muy agradable y el servicio muy atento y muy, muy rápido (a veces incluso demasiado). Empezamos con unas mini-empanadas argentinas que estaban a cada cual más buena: de espinacas, de jamón y queso, de carne y de maíz, para seguir con una parrillada de verduras que tenían ese sabor ahumado que sólo lo puede dar la parrilla de carbón que tienen en el restaurante.

Seguimos con chorizo criollo y mollejas, que ninguno habíamos probado y teníamos ganas de hacerlo, y la verdad es que nos encantaron. Luego vino una degustación de carnes con patata asada riquísima. Pudimos probar asado de tira, entraña, lomo bajo y lomo alto. Lo que más nos gustó de todo fue la entraña y el lomo alto. Al preguntar, en efecto toda la carne viene directamente desde Argentina, exceptuando el asado de tira que por llevar hueso la normativa sanitaria no permite su importación y la consiguen de vacas gallegas. Todo ello regado con un vinito argentino muy rico.

De postre, un panqueque de dulce de leche riquísimo con un café, y para acabar por todo lo alto, un chupito de Legui, un licor argentino de caña de azúcar que está dulcecito y muy rico, pero que se sube a la cabeza sólo con olerlo.
Y el espectáculo de tango fue fantástico, porque aunque el espacio del restaurante es limitado, es un gusto poder verlo allí mientras estás cenando. Además, en el segundo baile, se acercaron a nuestra mesa, le dieron una rosa a Laura y le dedicaron el baile. Nos quedamos boquiabiertos, la verdad. Fue divertido además ver no sólo la coreografía y la química entre los bailarines, sino incluso con los camareros, y ver cómo aprovechaban cuando los bailarines iban hacia un lado para ir ellos hacia el otro con los platos.
Para terminar, nos hicimos y nos hicieron una foto en el photocall, y charlamos un ratito más con los responsables de El Rancho para agradecerles la magnífica cena, y nos fuimos dando un corto paseo a casa, que por suerte el restaurante lo tenemos bien cerquita.

Así que si os gusta la idea de la cena degustación con espectáculo de tango y paseo en limusina previo, haced como yo y entrad en su página de Facebook a ver cuándo vuelven a hacer el sorteo. Quién sabe, igual os toca y disfrutáis tanto o más que nosotros de la experiencia. Y si queréis ver más fotos, las tenéis en el set de Flickr «la cena de tu vida en el asador El Rancho».
Enhorabuena familia. Me he reído con lo de pasar corte cuando te viene a recoger una limusina a casa.
Jajaja gracias Ban! La verdad es que el cortazo fue tremendo, sobre todo con la gente que suele haber por el barrio… Si ya me lo decía Laura «a mí esto de la limusina me da mucho palo». Lo que nos reímos mucho fue cuando parados en un semáforo, con un autobús al lado, todo el mundo estaba mirándonos, y Laura y yo preguntándonos «las ventanas están tintadas y no nos ven desde el autobús, ¿verdad?» :D
Estábais muy guapos, sobre todo Laura, ¡¡que uñas tan bonitas y qué taconazos!!
Como @arolissimo y yo acabamos de volver de nuestros viaje por América del Sur, estamos empachados de empanadas y carnes argentinas, pero cuando se nos pase (que será pronto) probaremos el restaurante. Todavía no hemos encontrado el resturante argentino de nuestra vida, y lo necesitamos mucho!
Un abrazo
Bienvenidos Miri!!!!!
Qué tal lo habéis pasado? Sé que de maravilla, desde luego. Oche, si necesitáis compañía para hacer esa búsqueda del restaurante argentino de vuestra vida, nosotros nos apuntamos, eh? Cuáles conocéis en Madrid?
Y por qué no nos terminan de convencer??? Porque todos ellos (los buenos, me refiero) suelen tener su parrilla de carbón, su carne traída desde Argentina, te hacen la carne con mimo y al punto de cocción requerido…
Abrazotes y besos!
La carne de la segunda foto se ve apetitosa. Si Skinner me hubiera usado de perro probablemente ya hubiera salivado.
Saludos desde Patagonia Chile
Estaba todo riquísimo, Pedro :)