El obelisco del Monumento a Washington en la capital de Estados Unidos es un punto tan céntrico y tan bien situado que es imposible no pasar a su lado infinidad de veces cuando visitamos Washington D.C.
Y es que su situación, entre el Capitolio, varios de los museos del Smithsonian, Tidal Basin, la Casa Blanca y muchos otros memoriales, como el de Lincoln o el de la Segunda Guerra Mundial, es ideal.

El Monumento a Washington depende del Servicio Nacional de Parques y con sus 169,29 metros (555 pies y 5⅛ pulgadas), es el punto más alto de Washington D.C. No se puede construir nada que tenga una elevación mayor. Y por supuesto, se puede visitar, ya que se puede subir por dentro y tener luego unas vistas maravillosas del National Mall y de toda la capital federal de Estados Unidos.
Desgraciadamente, en estos momentos el Monumento a Washington está cerrado por rehabilitación debido a un terremoto que tuvo lugar el pasado 23 de agosto de 2011 cerca de la capital y que dañó el obelisco. Cuando está abierto, subir es gratis y no tenemos más que ir a una caseta y hacer cola, si estamos en temporada alta, desde bien pronto, y conseguiremos billetes para subir ese mismo día. A través de la web también se pueden reservar las visitas, y para otras fechas además, aunque aquí tiene un coste de 1,5 dólares en concepto de gastos de emisión.
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