Bentley’s Burger, hamburguesas de moda en Madrid

Bentley’s Burger es uno de los restaurantes de hamburguesas más nuevos en Madrid (abrió el 1 de febrero de 2014). Y ha irrumpido con mucha fuerza. Un poco de buenos contactos, otro poco de relaciones públicas y el resultado es que lo encuentras lleno de gente casi cualquier día y a cualquier hora. Pero la cuestión está en si sus hamburguesas son tan buenas como algunos dicen o hay más hype que otra cosa. Os cuento.

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El local

Sorprende a priori la localización de Bentley’s Burger, porque se encuentra cerca de las Escuelas Aguirre, a un paso del parque del Retiro, en pleno barrio de Salamanca. Vamos, que está visto que las hamburguesas están de moda, pero no sé si tanto como para pagar el alquiler de un local en esta zona. Veremos qué tal le va.

El local es alargado pero estrecho, con la cocina nada más entrar y un ventanal por el que salen las comandas y por el que se escapa el olor a parrilla, que huele que alimenta, todo sea dicho. Eso sí, conviene no quedarse muy cerca a no ser que queráis acabar oliendo a hamburguesa todo el día. En las paredes encontramos diversos carteles de estilo vintage y, al final, la pared lleva un papel que simula una biblioteca.

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Luego tenemos la barra y al fondo encontramos unas pocas mesas, que están más juntas de lo que a mí me gustaría, y sobre todo, son algo pequeñas como en la visita que hice, que éramos cuatro y casi no cabíamos. Con ese tamaño de mesa, imposible meter cuatro personas y que no estén dándose golpes en las piernas constantemente.

Las hamburguesas

La estrella de Bentley’s Burger son las hamburguesas, pero no penséis que tienen una carta amplia, porque sólo tienen 6 referencias, de las cuales una, además, es de pollo. Y eso tampoco es decir mucho cuando la diferencia entre ellas es añadir queso o añadir queso y bacon, por ejemplo. En lo que sí tienen más variedad es en el tamaño.

Las hamburguesas se pueden pedir de 200 gramos, 250 gramos, 350 gramos, medio kilo y un kilo. Si la pides de un kilo y te la acabas, ponen tu foto en su hall of fame, al más puro estilo Man vs Food. Los precios varían en función del tamaño de la carne, no de los ingredientes, lo cual resulta un tanto extraño porque no es lo mismo ponerle bacon a una hamburguesa que no hacerlo. Así, la de 200 gramos cuesta 8,90; la de 250 gramos cuesta 9,90€; la de 350 gramos, 11,90€ (la que pedí yo); la de 500 gramos, 14,90€ y finalmente, la de 1 kilo, que cuesta 32€.

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Mirando su carta podemos ver que, además de la hamburguesa de pollo, podemos escoger entre la Bentley’s con queso, que lleva queso cheddar como único complemento a la carne y el pan. Luego saltamos a la Bentley’s con bacon, que añade lechuga, tomate y bacon, además de queso. Tenemos luego la Bentley’s picante, con jalapeños, queso cheddar, cebolla y salsa cremosa, así como la Bentley’s Monster Egg, con lechuga, tomate, cebolla, queso cheddar y huevo frito y finalmente la Bentley’s con trufa, con cheddar, bacon, lechuga, cebolla caramelizada, aguacate y aceite de trufa. A mí este tipo de cosas me hacen arrugar la nariz, porque no puedes pretender ser un lugar de hamburguesas gourmet y luego añadir una referencia que lleva el falsísimo aceite de trufa. Creedme, si fuera aceite de trufa de verdad, el precio final tendría que ser mucho más elevado.

Al pedir la hamburguesa preguntan el punto de la carne, y en su carta se puede ver, además, que te cuentan que no hay que apresurarse, que cocinar una hamburguesa lleva su tiempo, y que tengamos paciencia. Además, nos dicen que todas sus hamburguesas son de carne de vacuno picada en el día, y que van aderezadas con una receta secreta.

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La hamburguesa viene con patatas fritas, no en cantidad excesiva, lo que no está mal, porque cuando pides una hamburguesa de gran tamaño, aunque me gusta el acompañamiento de las patatas, éstas son algo secundario. Eso sí, me hubiera gustado que el exterior hubiera estado un poco más crujiente.

El pan de la hamburguesa no es malo, pero no es de mis favoritos. Es de tipo brioche con semillas de sésamo, que parece ser la tendencia actual en gran parte de los restaurantes de hamburguesas gourmet. Pero a mí no me convence, qué queréis que os diga. Es como cuando de pequeños íbamos a un cumpleaños y nos ponían las mediasnoches de jamón y queso. Esa mezcla de dulce y salado no me convencía. Y en una hamburguesa tampoco. Parece que más que un bocadillo con carne estemos comiendo un bollo de carne.

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En este caso el pan venía, además, sin tostar. Ya sabéis que suelo preferir que venga tostado. Por un lado porque aguanta mejor los jugos de la carne sin desmoronarse, pero por otro, porque le aporta un mejor sabor a la hamburguesa, sobre todo cuando va untado en mantequilla y tostado. Lo que sí me gustó es que, quienes pidieron la hamburguesa de 200 gramos, tenían un pan de tamaño adaptado al tipo de carne. Algo que nadie parece hacer a pesar de tener hamburguesas de diferentes tamaños. Aunque como decían mis compañeros de mesa, la hamburguesa parecía de juguete. Cuesta pensar que esa hamburguesa de 200 gramos tuviera 10 gramos más que las que hacen en Goiko Grill, por ejemplo, que se ven bastante más grandes.

Si veis el corte de la hamburguesa, a priori parece que el punto lo habían respetado (la pedí al punto), pero cuando la sujeté en la mano, como también podéis ver, el punto no es uniforme y un lado de la hamburguesa está al punto mientras que el otro está bien hecho. Es uno de los problemas que a veces observamos cuando cocinamos la carne en parrilla, que con una plancha no suele ocurrir. Otro de mis acompañantes comentó que su hamburguesa, pedida al punto menos, tampoco estaba al punto solicitado.

Y sabéis que siempre, siempre, comento que las hamburguesas en Madrid suelen pecar de una alarmante falta de sal y pimienta. Curiosamente, en Bentley’s el problema es justo el contrario. Ese aderezo secreto que ellos comentan en la carta al final resulta ser un problema. Sí, hace que la carne sea muy sabrosa, pero a las dos horas aún sigue repitiendo, y sinceramente, si la carne es de calidad, no necesita de nada más que sal y pimienta para brillar. Un exceso de condimentación lo único que hace es enmascarar el sabor de esa carne. Y en el caso de Bentley’s pasa un poco esto, que el sabor es demasiado intenso.

El resto de la carta

Como con las hamburguesas, el resto de la carta tampoco es muy extensa. Pedimos unos aros de cebolla (7€, algo caros para el tamaño del plato) que vienen sin ningún tipo de salsa, pero que sin embargo me parecieron muy ricos. El rebozado no era muy intenso, casi más una tempura que un rebozado típico, con aros pequeños del estilo de los de Mad Café. Seguramente teníamos mucha hambre, pero volaron.

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Además, existen otros entrantes como fingers de pollo o queso, alitas de pollo, ensaladas variadas, y algunos platos de carne que se cocinan en la misma parrilla que las hamburguesas.

Al finalizar las hamburguesas pedimos una tarta de queso de postre, más que nada porque es uno de esos postres que a casi todo el mundo gusta y que es típico de este tipo de restaurantes, y así se puede comparar también el nivel con facilidad.

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Para mí, la tarta fue decepcionante. No estaba mala de sabor, pero en un sitio donde pretendes servir hamburguesas gourmet, no basta con servir una tarta de queso del montón y demasiado densa. Un sitio así necesita cuidar más estos detalles y buscarse un mejor proveedor de postres.

El servicio

Normalmente no suelo hablar del servicio, porque a veces es mejor, a veces peor, pero entiendes que pueda haber altibajos, sobre todo cuando hay muchísimos servicios que dar a la vez y cuando el restaurante tampoco es que sea de estrella Michelin. Pero en este caso tengo que hacerlo. Y es que dejó muchísimo que desear.

La persona que nos atendió parecía no prestar atención a lo que le decíamos, miraba siempre para otro lado, y cuando traía platos, lo hacía siempre con malos modales y de forma brusca. Tuvimos interacción con otras personas de Bentley’s que, sin embargo, fueron amabilísimas. Pero la sensación en general fue agridulce.

En definitiva, no es un mal sitio, y desde luego, apunta maneras mejor que muchos de los otros restaurantes especializados en hamburguesas que han surgido como las setas en los últimos tiempos. Pero para mi gusto, existen todavía flecos importantes que solucionar para conseguir estar en lo más alto.

Luis
Luis

Luis es el fundador y director de Japonismo.com, la mejor página web sobre Japón. Tiene un máster en estudios contemporáneos de China y Japón y además es ingeniero de telecomunicación. Antes de dedicarse a Japonismo fue program manager en Google, en Londres.

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3 comentarios

  1. Jue cuando comenzaste hablando de la localizacion se me pusieron los dientes largos, esta muy cerca de la casa de mis padres, que es donde me quedo cuando voy a España!! Asi que pense que para alla que iba, pero leyendo tu reseña y yendo con tiempo limitado siempre la verdad es que voy a dejar mejor mi slot reservado de comida de hamburguesa auno de los sitios que ya conozco y que se que funcionan bien jeje.

    Gracias por la reseña amigo!!

    • Que dices!
      La materia prima es excelente!
      El sabor de cada ingrediente se puede disfrutar aisladamente y en su conjunto!
      Mucha calidad y limpieza acompañan al sabor de esmerada selección.
      De lo mejor que he visto!
      El pan tipo «brioche» te garantiza un pan poco tratado, para comerlo en el dia. Un pan sano. Con mimo, con cariño. Como todo lo que comi.
      Para mejorar, algún que otro camarero y su sonrisa.
      Le doy un 10!

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