Una de las imágenes más bellas de la ciudad noruega de Tromsø es la catedral del ártico (Ishavskatedralen) gracias a su espectacular forma. Además, aunque no sea excesivamente grande, la podemos distinguir perfectamente cuando estamos llegando en avión y luego la podemos ver tanto desde el puente de Tromsø como desde su puerto y otras partes de la ciudad, recortada contra el monte Tromsdalstind de 1238 metros.

Por eso y por su localización, al norte del círculo polar, el nombre de catedral del ártico le viene como anillo al dedo. Hasta que nos enteramos de que en realidad no es la catedral de Tromsø. La verdadera catedral protestante es un edificio de madera también bonito, pero desde luego muy diferente y de la que ya os hablaré. El nombre «real» de la catedral del ártico es Iglesia de Tromsdalen, sin más, ya que es una iglesia parroquial consagrada el 19 de noviembre de 1965.

Fue construida por el arquitecto Jan Inge Hovig y su forma piramidal, con 11 paneles de hormigón cubiertos de aluminio a cada lado, hacen de ella una de las visitas obligadas si estáis en Tromsø. Lo que no está tan claro es a qué hace referencia esta forma tan peculiar. Y es que hay teorías para todos los gustos… Para algunos tiene la forma de un iceberg, para otros está inspirada en el típico secadero de bacalao que encontramos a menudo en Noruega. Pero también se dice que su forma es un homenaje a la isla de Håja.

De hecho, en mi primera visita a Tromsø estuve haciendo senderismo por la isla de Hillesøya y desde allí pude divisar esta isla rocosa de la que os hablo y que podéis ver en la imagen anterior. Según me contaron entonces, su forma es la que había inspirado la catedral del ártico. ¿Y cuál es la verdadera explicación de la forma de esta iglesia? Pues lo cierto es que nadie lo sabe, y aunque se le ha preguntado al propio Jan Inge Hovig, este ha contribuido a la confusión dando explicaciones diferentes cada vez que se le preguntaba. ¿Vosotros qué pensáis?


Lo primero que nos encontramos al llegar a la catedral es su entrada principal, orientada al oeste y de 35 metros de altura, que está totalmente acristalada y tiene encastrada una cruz de gran tamaño. En el lado contrario y detrás del altar hay unas vidrieras que se añadieron en 1972. Estas vidrieras son obra del artista Victor Sparre y muestran la segunda venida de Cristo. Merece mucho la pena fijarse en ellas sobre todo si vamos en la época del sol de medianoche, porque la luz de atardecer constante que se filtra desde el lado oeste crea colores preciosos en esta vidriera. De hecho toda la luz dentro de la iglesia resulta especial en esa época del año.


La iglesia tiene una superficie de 900 metros cuadrados y una capacidad para 720 personas. En las ventanas, entre los 11 paneles laterales, hay luces fluorescentes que iluminan la superficie exterior de la iglesia cuando oscurece y que le dan un aire casi mágico.


Desde la zona del altar, si miramos al oeste, veremos que hay un órgano construido en 2005 según la tradición romántica francesa que cuenta con 2940 tubos, el más largo de 9,6 metros y el más corto de sólo 5 milímetros. Este órgano sustituyó al que ya había en la iglesia. También encontramos lámparas de araña hechas de cristal checo, con forma de témpanos de hielo pero, aparte de esto, no hay mucho más en cuanto a decoración, ya que el interior de la iglesia es muy sobrio y simple. Pese a ello, merece mucho la pena la visita.


Más allá de la visita a la catedral de ártico, y gracias a su situación, podemos llegar desde allí caminando al teleférico Fjellheisen, con lo que o bien hacemos una visita a la montaña y cuando bajamos nos pasamos por la catedral del ártico, o bien vemos la iglesia primero y luego vamos al teleférico.


En mi caso, lo he hecho de las dos maneras. En mi primera visita a Tromsø, por cortesía de la oficina de turismo de Noruega, en julio y durante la época del sol de medianoche, asistimos a un espectacular concierto de medianoche. Al acabar, ya pasadas las 12 de la noche, nos acercamos caminando hasta el teleférico para poder disfrutar de las vistas de Tromsø desde lo alto del monte Fløya y de su sol de medianoche.

La segunda vez, ya de vacaciones familiares de Año Nuevo (pasamos Nochevieja en Tromsø), tomamos un autobús para ir hasta el teleférico de Fjellheisen y, al finalizar nuestra visita, nos acercamos caminando hasta la catedral del ártico. En este caso, aunque el camino era el mismo que ya había hecho, al estar las calles cubiertas de nieve y hielo se nos hizo bastante más complicado y tardamos más del doble en recorrerlo.
Conciertos en la catedral del ártico
Hay tres momentos del año en los que la visita a la catedral del ártico es incluso más especial, gracias a los conciertos que tienen lugar allí. Hablamos de los conciertos de medianoche, de Nochevieja, y de las auroras boreales o de invierno. Los conciertos de medianoche, como el que yo pude disfrutar, tienen lugar durante toda la temporada de verano a las 23:30 horas y duran alrededor de una hora u hora y cuarto. Del 1 de junio al 15 de agosto podremos disfrutar de conciertos acústicos de canciones populares noruegas, sami y otras de corte clásico, que hacen de la experiencia de la visita algo único, por 150 coronas noruegas (unos 17 euros).


El concierto de Nochevieja tiene lugar el 31 de diciembre, a las 21 horas. En este caso la duración es algo menor, 45 minutos y el precio sube hasta las 250 coronas noruegas (28 euros), ya que es un día muy especial y muy solicitado. Mi intención era acudir también a este concierto cuando pasamos Nochevieja en Tromsø, pero la cena de fin de año se nos alargó un poco y nos quedamos sin poder ir.
El tercer momento para disfrutar de conciertos en esta iglesia tan peculiar es durante parte de la temporada de invierno, los «conciertos de las auroras boreales». Son conciertos cortos, de una media hora, que tienen lugar de jueves a domingo durante alrededor de un mes en la época invernal justo cuando más fácil es poder ver una aurora boreal. Cuestan 150 coronas y, para 2016, las fechas en las que podréis disfrutar de estos conciertos serán del 11 de febrero al 13 de marzo.


Si sólo queremos disfrutar del órgano y de la acústica especial de la catedral del ártico, todos los días de junio y julio de 2015 a las 14 horas tienen lugar conciertos de órgano, con un precio de 70 NOK (8 euros).
Datos de la catedral del ártico
Os dejo los datos principales junto con un mapa de situación. El correo electrónico podéis utilizarlo si vais a visitarla en grupo, ya que necesitaréis reservar la visita previamente, o por si queréis resolver alguna duda de horarios de conciertos, precios, etc.
- Dirección: Hans Nilsens vei 41, 9020 Tromsdalen
- Web: http://www.ishavskatedralen.no/en/
- Cómo llegar: líneas 20, 24, 26 o 28 de autobús, que se toman desde el centro de Tromsø.
- Horarios: del 1 al 31 de enero, de 15 a 18 horas; del 1 de febrero al 31 de marzo, de 14 a 18 horas; del 1 de abril al 31 de mayo, de 15 a 18 horas; del 1 de junio al 15 de agosto, de 9 a 19 horas, salvo domingos que abre más tarde, a las 13 horas; del 16 de agosto al 31 de diciembre, vuelve a abrir de 15 a 18 horas.
- Fechas especiales: en Semana Santa abre de 14 a 17 horas, y cierra el 24, 25, 26 y 31 de diciembre (el 31 sólo abre para el concierto de Nochevieja).
- Precio: la entrada para ver la catedral del ártico cuesta 40 NOK (o unos 4,5 euros)
¡Es preciosa! Aunque me esperaba un interior despampanante. Aún así, veo que merece la pena. Seria fantástico disfrutar de un concierto en su interior. Con respecto a su forma….pues ya que es libre elijo la «forma de iceberg».
No, en estos países protestantes, los interiores siempre son sobrios, aunque el exterior, como este caso, sea tan diferente y espectacular :) Venga, pues para ti la forma de iceberg ;)
[…] La Catedral del Ártico es un edificio espectacular, con una peculiar forma (se dice que tiene forma de Iceberg), lo que hace que se distinga desde muchos puntos de la ciudad. No es catedral como tal aunque se llame así, es una Iglesia . No pudimos entrar porque estaba cerrada y el horario de apertura era por la tarde y fuimos por la mañana. Desde fuera vimos la vidriera que estaba detrás del altar que la caracteriza. […]