Gracias al cambio de plantilla, por fin puedo volver a hacer entradas con una única foto, donde lo importante no es tanto la explicación sobre el lugar en sí, sino ver la imagen en grande y disfrutarla lo más posible. Para eso, claro, tendré que seleccionar buenas fotos y espero empezar con buen pie.
En este caso, me he decidido por el sol de medianoche en la ciudad de Alta, en el norte de Noruega. En esta ciudad pasé un día en verano de 2014 en un viaje más completo por la zona. Allí, además de visitar el genial Museo de Arte Rupestre al aire libre, tuve mi primera experiencia con el sol de medianoche.
Esto era algo que jamás había experimentado aunque sí había leído mucho sobre ello. Pero la realidad siempre es mejor que cualquier idea que nos podamos hacer y allí estaba yo, en Markedsgata, una de las calles principales de esta pequeña ciudad nada más salir del hotel en el que estábamos. Ya habíamos cenado y salimos a dar un paseo.

La ciudad estaba casi desierta, al fin y al cabo era un día laborable y al día siguiente también. Y claro, eran las 22 horas, aunque por la luz no lo pareciera. Y es que cuando ves ese sol que parece de atardecer pero que nunca llega a ponerse, piensas que es mucho más temprano. El cuerpo se llena de energía y lo único que quieres es seguir paseando, seguir viendo nuevos lugares. De hecho, el sol no bajaría más de lo que podéis ver en la foto.
Luego tendría la suerte de disfrutar del sol de medianoche en otros lugares como Cabo Norte o Tromsø y sólo puedo decir que es una experiencia que me encantó y que repetiría sin dudarlo, aunque con unos pocos días acabas destrozado, porque se duerme bastante poco.
La foto en sí es sencilla, un plano holandés y luego aprovechar la escultura para que el sol se muestra a su través, con una apertura elevada para conseguir ese efecto. Podéis probar a cerrar el diafragma a valores a partir de f/11, pero sin subir demasiado (que entonces podéis tener problemas de difracción).