Túnez fue un destino escogido un poco al azar en 2004. Teníamos otras ideas en la cabeza, de quedarnos incluso en España, pero al final acababan resultando más caras que visitar Túnez. Y nunca habíamos estado en África.

Allí, pudimos ver bastantes cosas, de las que ya os contaré y os mostraré fotos (sí, llevo mucho retraso para contaros muchos de mis viajes, lo sé). Pero en Monastir me encantó ver cómo los tunecinos disfrutaban de la playa, y me quedé con una imagen entre un abuelo y su nieto, que me pareció bonita.
Además, las ropas del abuelo, tan típicas de allí pero tan raras de ver aquí, ver a las mujeres bañarse vestidas con el tradicional velo (y eso que Túnez era uno de los países donde la situación de la mujer estaba mejor, comparándolo con otros países vecinos).