Este fin de semana, un grupo de amigos queríamos ir a comer a New York Burger, del que ya os he hablado en más de una ocasión, y aprovechar para ir con la familia, incluyendo a los niños. Pero el sistema de turnos que ha puesto en marcha New York Burger durante los fines de semana nos lo ha impedido.
Es curioso, porque una de mis primeras opiniones es que New York Burger era kids friendly o perfecto para ir con niños, porque contaba con tronas, era no fumador (justo antes de que entrara la actual ley en vigor), con lo que podías ir con los pequeños sin problemas. Mi opinión, por supuesto, ya no es ésta.

Pero cuando tienes niños bastante pequeños, que duermen siesta de 12 a 14 horas, y que meriendan a las 16 horas, lo idea es poder comer a las 14:00 o 14:30 horas para dejarles dormir y para luego poderles dar la merienda sin ningún tipo de distracción. Horas a las que puedes reservar sin problemas entre semana, pero en fin de semana sólo te ofrecen las 13:30 o las 15:30.
Y es que si tienes que ir a las 13:30, a tu hijo no le dejas dormir casi nada de siesta, y luego estará bastante insoportable, con razón, y posiblemente el resto de comensales se molestarán, también con razón. Y si estás comiendo una hamburguesa, con las manos, arremangado y bien pringado, a ver quién es el guapo que le da la merienda al pequeño. Que si hay que hacerlo se hace, y no sería la primera vez que se nos queda la comida fría y no la disfrutamos. Pero precisamente uno queda con los amigos para salir a comer porque quiere disfrutar, y porque piensa que se puede acomodar el disfrute con el cuidado de sus hijos, sin hacer de menos a nadie.
Entiendo que los restaurantes quieran maximizar sus beneficios, pero estamos hablando de un restaurante de hamburguesas, que aunque más gourmets de lo normal, no deberías estar dos horas para comer ni en sueños. E incluso sin tener hijos, los turnos del fin de semana resultan un tanto extraños, porque las 13:30 es un poco temprano para meterte una gran hamburguesa entre pecho y espalda, y más si te has levantado algo tarde, mientras que las 15:30 es demasiado tarde.

Además, que cuando uno va a un restaurante, lo que quiere es poder disfrutar de la comida sin presiones de horario. En el primer turno, tienes la presión de que tienen un segundo turno esperando y te meten prisa. En el segundo, y seguro que os ha pasado en alguna ocasión en otros sitios con turnos, empiezan a recoger cuando todavía estás comiendo, casi como si no existieras, y prestan más atención a recoger y preparar todo para la noche que a ti como cliente.
Con la rápida rotación de mesas que tienen este tipo de restaurantes, y permitiendo esas reservas con sólo media hora de diferencia entre semana, está claro que los fines de semana simplemente prefieren tenerlo todo mucho más controlado y, sobre todo, tener muchos más clientes, aunque les obligues a comer a horas que no les apetecen. Yo creo que es una mala idea, porque por un lado pierden clientes como nosotros, que ya no vamos a ir, y por otro lado porque el jefe de sala, por muy informatizado que se tenga el sistema de comandas, va a tener que atender a la vez a un número de mesas muy grande, con lo que algunas van a ver como se les atiende tarde, otras verán como la comida tarda en llegar, y al final, la experiencia de usuario se verá mermada.
¿Quizás ocurra que cuando un restaurante se hace demasiado popular se olvida de cuidar a los clientes? No lo sé y aunque seguramente exagero, he quedado muy decepcionado con New York Burger.
luis una solución es reservar a las 13:30 y llegar a las 14:00 /14:15. Eso si como bien dices en una hora y media te da tiempo más que de sobra para comer.
Hecho el truco hecha la trampa. ;-P
Ya, pero si llegas más de 15 minutos tardes, te dicen que te quitan la reserva. No son listos ni nada.
No conocía este restaurante,pero desde luego el sistema de turnos nunca me ha parecido muy acertado, ni siquiera para ir sin niños.Comer con esa presion de que tiene que sentarse el siguiente turno le chafa la comida a cualquiera y cuando te quitan la bebida a medias porque hay que recoger rapidito no es muy agradable… por muy rica que esté la comida.Lo malo es que si siguen llenando el comedor no se plantearán cambiar el sistema… en fin,una pena… ellos se lo pierden ;)
Toda la razón, Esther. Yo mencionaba aquí el tema con niños, pero desde luego incluso sin ellos, las prisas no son buenas para disfrutar de la comida, y todos sabemos que cuando hay turnos (nos ha pasado en otros sitios), en cuanto te relajas un poco y se alarga la comida, los camareros ya están haciéndole más caso a cualquier otra cosa que a ti, cuando no te meten prisa o te recogen demasiado rápido.
Lo triste es que este sitio llena todos los días para comer, no necesitan hacer esto el fin de semana porque además acaban de abrir un segundo restaurante, así que está claro que les va bien. Es la avaricia típica.