El año pasado ya acudí al desfile Pride in London. Pude haber participado con mis compañeros pero al final no pude ir y me tuve que conformar con verlo un ratito desde fuera. Y me quedé con las ganas. Así que este año no lo dudé y me registré para poder participar como uno más con el grupo de Google (aunque este año desfilábamos bajo la enseña de YouTube).
El año pasado ya me di cuenta de que este desfile no es como el de Madrid, en los que he estado en numerosas ocasiones. Pero pese a todo, sigue siendo bonito e importante. Este año, además, fue el año con más gente de la historia en Londres. Y sí, me siento orgulloso de haber participado y de haber mostrado mi apoyo a que no haya discriminación motivada por cómo y a quién quieras. Además, para mí es importante que mi hijo me viera y viera el resto del desfile, porque la mejor manera de que crezca sin prejuicios es mostrándole que amar es bonito, se ame a quien se ame. Y creo que como padres tenemos una responsabilidad en transmitirles valores positivos y mostrarles con hechos, además, que los vivimos y no son sólo palabras.
En el caso de Londres, comenzamos con dos fiestas en la oficina llenas de artículos para disfrazarnos, cupcakes con colores arcoiris, unicornios hinchables, fotos, DJs, drags y de todo. Y allí obtuve mi pulsera que me acreditaba como participante. Y es que en Londres, para poder desfilar por el recorrido que se hace, tienes que tener una de esas pulseras. El registro lo hicimos en el bonito Regent’s Park, situado cerca del punto de partida. El grupo que veis en la foto son mis compañeros Googlers.

Una compañera y yo, al registrarnos y recibir nuestra camiseta (nos tocó roja a ambos), nuestras gafas de sol con el lema #ProudToBe y nuestro abanico arcoiris, nos decidimos a pasear por la zona donde estaban las carrozas. Queríamos ver un poco el ambiente que se respiraba y qué tipo de carrozas había preparadas. Una de las cosas que más me gustó es que muchos llevaban autobuses del tipo Routemaster antiguo (ya, si es que ni el día del Orgullo soy capaz de quitarme mi frikismo por el transporte público).

A mí personalmente me encantó ver al grupo de Transport for London con el ya icónico roundel o logotipo original del metro de Londres, pero en colores arcoiris.

Y claro, no pudimos evitar hacernos una foto con ellos.

Luego volvimos hasta donde estaba nuestra carroza, que era espectacular, con unas pantallas laterales que mostraban unos vídeos en los que se hablaba de diversidad, respeto y el estar orgulloso de ser muchas cosas, todas ellas bonitas.

Allí también me hice una foto con algunas de las personas que luego irían al frente, animando a la multitud. Sinceramente, no sé si eran mujeres, hombres disfrazados, drags, trans, o qué. Simplemente me daba igual, y me parecieron atractivas :)

Tardamos mucho en empezar a movernos y, poco antes de que lo hiciéramos, los diversos cuerpos de policía comenzaron a moverse. Era increíble verlos con sus uniformes, incluso a los bobbies con sus clásicos cascos abombados, y con charreteras arcoiris en el uniforme y las caras pintadas. Recibieron muchos aplausos de todos los que estábamos allí y eso que no nos habíamos empezado ni a mover. Luego me enteré de que, mientras desfilaban, también eran de los que más aplausos se llevaron. Aquí ya me había pintado un poco la cara, el brazo, los de Facebook me habían puesto sus likes en ambos brazos y llevaba mi pajarita, para ir elegante :)

Por fin comenzamos el desfile, con música a todo volumen y bailando detrás del float o carroza, justo a la altura del hotel The Langham y la iglesia All Souls Langham Place. Allí la gente ya empezaba a aplaudirnos y a pedirnos gafas de sol, que íbamos repartiendo a diestro y siniestro.

Tuve suerte de poder subir durante unos 10 minutos a la carroza. Y qué queréis que os diga, poder ver Regent Street y Oxford Circus desde esa perspectiva, con la música a tope y las calles llenas de gente, fue espectacular.

Lo que me sorprendió fue verme a mí mismo bailando ahí encima, saludando a la gente, a tope con el abanico, cuando resulta que soy tímido. Sigo siéndolo, no os creáis lo contrario, pero el Luis del pasado se sorprendería de lo diferente (¡y mejor!) que soy ahora. Y hasta me sonrieron varios hombres en varias ocasiones. De esos momentos que tras bailar una canción o, por ejemplo, cuando nuestra carroza puso el Dancing Queen de ABBA a todo volumen y todos la fuimos cantando a grito pelado por Regent Street, pues al acabar mi mirada se cruzó con la de otro compañero con sonrisas cómplices. Y me sentí bien. Y orgulloso :)

De allí continuamos con el recorrido que nos llevó hasta Piccadilly Circus, luego hasta Waterloo Place (donde estaban Laura y Eric), luego a Trafalgar Square y de ahí ya hacia Whitehall, donde terminaba el desfile.

Justo allí, entrando ya en la zona para «caminantes» (las carrozas iban por otro lado en ese punto final) mi amigo Dani, que estaba por allí, me hizo una foto. Menuda paliza, tantas horas de pie, tanto baile, tanto calor, pero muy feliz y contento.

Así que fui hasta donde estaban Laura y Eric y luego nos juntamos con Dani y su pareja para cenar, donde nos hicieron esta bonita foto familiar.

Hoy todavía me duelen las piernas pero recuerdo el desfile y sonrío. Sí, tal vez parece poca cosa, tal vez por aquí somos mucho más respetuosos con las diferencias. Pero precisamente porque no todo el mundo lo es y en otras partes no se puede desfilar así, hay que mostrarlo y reivindicarlo.