Nuestra segunda visita a Nueva York la hicimos coincidir con fin de año, porque sabíamos que la gran manzana es un lugar muy especial en esa época del año. Pero unos días antes habíamos escuchado hablar de Dyker Heights, un barrio en Brooklyn con las decoraciones de Navidad más extravagantes que podáis imaginar.

No os hablo de unas luces que vayan de lado a lado de la calle, ni de adornos en las farolas, ni de pistas de patinaje como la del Rockefeller Center, ni siquiera de estatuas de cascanueces de tamaño gigante como se pueden ver en Manhattan, sino de decoraciones en los jardines de las casas, en los tejados, que por un momento hacen que parezca que es casi de día de la cantidad de luz que hay.
Según cuenta la Wikipedia en su entrada sobre Dyker Heights, parece que todo empezó a principios de la década de 1980, y desde entonces se han ido haciendo cada año más populares, a medida que más y más vecinos se sumaban a esta iniciativa, y que los medios de comunicación se hacían eco cada Navidad de las decoraciones navideñas de cada casa.

Y por lo que se cuenta, el coste total de estas decoraciones, incluyendo la mano de obra necesaria para montarlas, puede ir desde los 1.000 dólares de las más sencillas hasta los 20.000 dólares de las más recargadas. Y cuando estás paseando por Dyker Heights te das cuenta de la cantidad de dinero que hay allí por metro cuadrado, porque claro, luego está el coste de toda esa electricidad, cada noche, mientras dura la Navidad y casi prefiero no pensar en cómo tiene que ser la factura de la luz.

Visitar Dyker Heights es toda una experiencia para los sentidos, porque cuando llegas allí y ves todo ese despliegue de muñecos hinchables, de siluetas de renos con luces, de cascanueces de todos los tamaños, muñecos que se mueven, voces en off, música a todo volumen, y mil cosas más, no sabes para dónde mirar, todo es impresionante, y te llegas a preguntar si habrá piques entre los vecinos para ver quién hace el montaje más caro, más extravagante. Lo que no sé es si los vecinos llegarán al nivel de Matthew Broderick y Danny DeVito en «Un vecino con pocas luces». ¡Espero que no!
Además, cuando estuvimos viendo el barrio de Dyker Heights el 28 de diciembre de 2006, nos pusimos a hablar con un señor que estaba por la calle, y que resultó ser el dueño de la casa a la que estábamos haciendo fotos, y fue muy simpático y agradable y nos contó alguna historia del barrio, de cómo en una de las casas, que tenía un soldado gigante en la entrada, había una cámara y un micrófono con los que el propietario podía ver desde el interior de su casa la gente que se acercaba y les hablaba, y otras historias similares.

¿Y dónde está Dyker Heights? Como os digo, está en Brooklyn, y para ser más exactos, la zona con las luces de Navidad está entre las calles 83 y 86 y las avenidas 11 a 13, pero de Brooklyn, no os confundáis con Manhattan. El problema es que el metro no llega hasta este barrio, pero sí a los barrios aledaños, con lo que podéis ir hasta cualquiera de las estaciones que llegan a los barrios de Bay Ridge, Boro Park o Bensonhurst y desde ahí acercaros a Dyker Heights. Si preferís el autobús, hay varias líneas que pasan por el barrio, como la B64, B4, B16, B1, B70 o X28. Os he puesto un mapa para que podáis ver mejor dónde está este barrio.

Así que si visitáis Nueva York en la época navideña, reservad una tarde para visitar Dyker Heights, cuando las luces se encienden, y llevad cámaras con las tarjetas de memoria vacías, porque estoy seguro de que lo disfrutaréis como niños. Como aquí no me cabían todas las fotos, he dejado alguna más en un set de Flickr sobre Dyker Heights.
Yo me lo pasé genial cuando estuve aunque sólo aguantamos hora y media porque hacía muchísimo frío.
Es genial, sí, pero lo que tú dices, hace un frío que pela. Nosotros estaríamos creo que unas dos horitas o así :D