Si hay algo que en Madrid podemos encontrar sin problemas son parques y jardines. Aunque hay algunos, como el Parque Juan Carlos I, que son verdaderos pulmones verdes para la ciudad.

Este parque se inauguró en 1992, el año en el que Madrid fue Capital Europea de la Cultura, aunque claro, con Expo y sobre todo, con Juegos Olímpicos, quedó muy desdibujado. Pero algo es algo :)


En total son 160 hectáreas, que hacen de él un parque incluso más grande que El Retiro, y sólo está por detrás de la Casa de Campo en extensión. Hay chorros de agua que en verano hacen las delicias de los peques, zonas de juegos para niños, un tren gratuito que da una vuelta por el parque, y hasta un servicio también gratuito de alquiler de bicicletas para recorrer el parque.



Además, para los que nos gusta la cultura japonesa, hay unos pocos cerezos japoneses y cuando llega la primavera y florecen, los muy japonófilos suelen darse cita para hacer la fiesta típica del hanami y llevar un picnic para comer bajo estos cerezos.



La peculiaridad es que, aunque tiene muchísimas zonas verdes y cuando hace bueno se ve a gente tomando el sol, a otros haciendo picnics, etc., cuenta con 19 esculturas abstractas. De todas ellas, 11 fueron diseñadas por artistas de prestigio. Podrá gustar más o menos, pero desde luego hacen del Parque Juan Carlos I un lugar diferente, totalmente distinto al resto de parques a los que estamos acostumbrados.



A mí sinceramente me produce sensaciones encontradas, porque el parque es amplio, moderno, muy bien cuidado, pero hay sitios en los que tanto cemento y tanta escultura abstracta lo hace un poco frío.


Tenéis más fotos en mi Flickr, como suele ser habitual.