Una de las visitas casi obligadas si estamos por Kioto es el Ginkaku-ji, o Templo del Pabellón de Plata. Ya, ya sé que más que de plata parece de madera, y es que en efecto así es, no llegó a cubrirse nunca de plata, aunque estaba previsto.

El Ginkaku-ji fue construido en 1474 por el shōgun Ashikaga Yoshimasa, un poco a imagen del Kinkaku-ji, y recibió este nombre porque realmente sí que estaba previsto que se recubriera de plata, pero nunca llegó a ocurrir. Más adelante, Yoshimasa se convertiría en monje budista, y tras su muerte, el edificio pasó a alberga un templo budista, y así hasta hoy.
Mira que tengo fotos del templo, casi desde cualquier ángulo, pero he escogido ésta porque se sale un poco de lo común, ya que el templo aparece casi escondido entre los muchísimos árboles que encontramos en el recinto.