Hace tiempo que tenía pendiente hablar del Home Burger Bar, y no es porque no haya ido veces a comer allí, sino porque siempre que iba me dejaba la cámara en casa, y como sabéis, hablar de hamburguesas sin añadir una componente visual, es como un jardín sin flores.

Home Burger Bar es una pequeña cadena de tres restaurantes en pleno centro de Madrid, que empezó su andadura en 2007 cuando Arnaud Barceló, un canadiense que lleva ya varios años viviendo en Madrid, vio el panorama hamburguesil de la ciudad y se dio cuenta de que faltaban opciones de calidad que permitieran asociar el concepto de hamburguesa con comida de calidad, no comida basura. Y casi se puede decir que fue uno de los responsables del boom que ha habido en Madrid en los últimos años por las hamburguesas de calidad, ya que hasta entonces, teníamos Alfredo’s y poco más.
Para conseguir esta calidad los Home Burger Bar utilizan carne ecológica, es decir, reses que viven en libertad y a las que no se les añaden ni hormonas ni antibióticos en su dieta diaria, y luego la carne la pican en el restaurante dos veces al día. El pan también es ecológico, con receta propia y elaborado a la antigua usanza. Todo esto, que en muchos locales en Estados Unidos es casi la norma (es muy frecuente ver en muchos restaurantes que la carne es antibiotic and hormone free), en España todavía cuesta, no ya con las hamburguesas, sino con la carne en general.
Los locales tienen un curioso diseño que en parte recuerda a un típico diner americano, pero luego tienen unos toques extraños más contemporáneos que hacen que no sea simplemente un calco de un diner, sino una versión muy personal y más moderna, aunque personalmente las lámparas fijas que hay en cada mesa, que tienen un toque algo cabaretero, no me gustan nada.
Las hamburguesas
La carta en Home Burger Bar no contiene únicamente hamburguesas, sino también algunos entrantes, sándwiches y postres, y además si pides Coca-Cola, sirven la versión de botella grande, de 350ml, que yo particularmente valoro mucho. Y lo más curioso es ver la propia carta, que está impresa en unas bolsas de papel de estraza, todo un puntazo.

En cuanto a las hamburguesas propiamente dichas, la carta incluye 11 referencias (más alguna más vegetariana), algunas normales y otras llamadas Premium, de forma que el que prefiera los sabores más tradicionales, como la clásica con lechuga, tomate, cebolla y pepinillos, o la clásica con queso, o la bacon y queso, no tiene que temer, pero el que quiera algo un poco más arriesgado también tiene sus opciones, como la Caprichosa, con mermelada de cebolla y queso brie o la Blue Burger, con queso roquefort, peras caramelizadas y nueces, por citar un par.
La cantidad de carne está en torno a los 160-180 gramos, aunque no mencionan en la carta el tamaño, así que es un cálculo a ojo, que es más que suficiente, aunque no tienen ninguna opción de hacerla más grande.

Como en todo buen restaurante de hamburguesas que se precie, te preguntan el punto de cocción de la carne, pero mi mayor decepción está en que o bien no lo respetan o bien el concepto de «al punto» no lo tenemos igual. Esto ya me pasó en mi última visita al Home Burger Bar de la calle San Marcos, y por eso, como en esta ocasión iba al Home Burger Bar de la calle Espíritu Santo, quería comprobar si ocurría lo mismo o si aquella otra vez fue algo puntual.
Como se puede ver en las fotos, me pedí una Bacon & Cheese y la carne sólo sobre todo tonos en gris y muy poquito de rosa, además muy pálido, lo que indica que la temperatura interna supera los alrededor de 57 grados que marcarían una carne cocinada «al punto». Además, y como vengo comprobando últimamente, probada por sí sola, le faltaba algo de sal y pimienta. El queso, por otro lado, no venía lo suficientemente derretido, como si lo hubieran añadido en el último momento, en lugar de en mitad de la cocción, y el bacon me resultó correoso. Eso sí, la carne está tierna y por suerte, no apelmazan las hamburguesas, lo que ayuda a mantener los jugos en el interior de la carne.

El pan, que ya os he contado que es una receta hecha expresamente para el restaurante, es esponjoso y menos dulce que los de tipo brioche, y además viene tostado, con lo que para mí es perfecto. La parte de abajo, eso sí, cuando estás terminando la hamburguesa empieza a perder consistencia, pero como la carne está jugosa, es perfectamente normal, así que por mi parte, como digo, el pan es estupendo.
Las hamburguesas se sirven todas con patatas fritas, que las hacen diariamente en aceite vegetal, pero no son nada memorables, y también llevan un pequeño bol de ensalada de col casera, que es correcta, aunque en este caso tengo que romper una lanza en favor de Alfredo’s Barbacoa, cuya ensalada de col es mucho mejor.

Cuando toca la hora de pagar nos damos cuenta de que los precios también pueden echar para atrás a más de uno, y es que una hamburguesa tan normal como la de queso y bacon, con una loncha bastante fina de queso y dos lonchas pequeñas de bacon, cuesta más de 12 euros. No sé si esto es debido a utilizar proveedores pequeños y de gran calidad, que lógicamente encarece el producto final, o si hay otra explicación, pero resulta un poco caro. Y no debemos olvidar que estamos ante una hamburguesa, que por mucho que se hayan vuelto un bocado más gourmet, no dejan de ser platos que la gente espera consumir por no demasiado dinero.
En definitiva, es una visita interesante, tienen sabores muy curiosos, incluyendo la Emergencias 112 que se pidió un amigo y que picaba a rabiar (pero la única muestra de debilidad que tuvo fue pedirse una segunda Coca-Cola), pero creo que la relación calidad/precio ha caído un poco desde las primeras veces que estuve, ya que los precios son algo elevados y la carne está demasiado hecha.
Hola! Estuve en ese mismo Home Burger hace algún tiempo, quizá casi un año. La verdad es que quedé bastante contento. La hamburguesa, no recuerdo el nombre pero era básicamente una cheeseburger, me gustó mucho, al igual que la coleslaw; las patatas, como dices, correctas sin más. Yo siempre hago mucho hincapié en lo del punto, para mi poco hecho, y desde luego si me sacan una como la de la foto me hubiera pillado un buen mosqueo. De precio también estoy de acuerdo con tu apreciación aunque Madrid es, en general, tan caro…
PD: a mi me recordó a una vagón de tren casi más que a un dinner!
Saludos,
Pablo.
Hola Pablo!
El recuerdo que yo tengo de las veces anteriores es que sí respetaban el punto de cocción. A mí me gustan tanto poco hechas como al punto, pero suelo pedirlas al punto, y desde luego, lo de la foto no era al punto ni de lejos. Y me ha pasado ya en 2 de los 3 restaurantes, y en un espacio de tiempo corto. No sé si igual tienen unas guías de cuánto tiempo debe estar cada hamburguesa en la plancha para cada tipo de cocción solicitado o qué…
Y de verdad, hay otros sitios de hamburguesas de calidad en los que, pese a que Madrid es una ciudad cara, pagas algo menos.
¿Se estarán durmiendo en los laureles?
Hace unos días (marzo de 2014) estuve en un Home Burger y fue una DECEPCIÓN total, vamos, que no vuelvo nunca más ni que me obliguen.
Pedí la hamburguesa al punto y vino absolutamente hecha, tan hecha que hasta sabía a quemado (no a parrilla) y el pan estaba seco, no tostado, no, seco, vamos, pasado (¿era pan del día anterior? Ni idea). Total, que entre la hamburguesa requemada y el pan seco, me costó comerme la hamburguesa porque estaba todo seco… además de que la carne tenía un regusto que no me gustó.
Creo que han perdido MUCHíSIMO con el tiempo y desde luego yo no voy a volver.
Pues sí Laura, Home Burger ha bajado mucho, pero lo del punto de la carne es algo que llevan haciendo mal desde hace tiempo, y en varios restaurantes, a pesar de que los cocineros son diferentes.
Segun tengo entendido la carne es de ternera y no la condimentan ya que no quieren adulterar el sabor. En cuanto a lo del punto y hablando en mi caso, raro es el dia q no la hacen al punto q la pido, y cuando pasa lo indico al primer bocado y me hace una nueva, algo que se agradece. Supongo q es mas problema de los clientes q no preguntamos y a veces creemos saber mas q nadie o que vamos de listos y cuando nos hemos zampado mas de la mitad de la hamburguesa decimos q no esta a nuestro gusto
Me parece genial que no la condimenten, pero como digo, le falta «algo». Está claro que se puede pedir otra si no la hacen al punto que la pides, no digo eso. Me alegro de que hayas tenido experiencias siempre buenas. Yo me la como, no pido otra. Y lo que yo valoro también es el nivel de la cocina. Si siempre que voy la hacen de más, pues me da que no saben tratar bien la carne (aunque me hagan otra si lo digo).