En el último mes he tenido que ir a Amsterdam dos veces por motivos de trabajo. La ciudad ya la conocía, pero hacía años que no la visitaba y además tuve la suerte de que durante el primero de esos dos viajes fuera el Día del Rey o Koningsdag. Así que ni corto ni perezoso, he decidido contaros un poco sobre este día y enseñaros algunas fotos (todas hechas con el móvil, eso sí, y bajadas de tamaño para que no pesen tanto) del primero de esos viajes.
Este día se lleva celebrando el 27 de abril desde 2014, ya que hasta 2013 se celebrara el Día de la Reina puesto que el rey Guillermo subió al trono el 30 de abril de 2013, el anterior día de celebración. Pero lo cierto es que esta celebración viene de lejos, ya que según la página oficial de turismo de Amsterdam, data de 1885.
Por supuesto, durante los días previos y posteriores a este día estuvimos trabajando, pero aproveché para hacer fotos de la ciudad, de sus omnipresentes bicicletas, de sus tranvías (¿os he dicho que me encantan las ciudades con tranvía?), de sus canales, de sus parques, etc.






Aprovechamos uno de los días para subir a uno de los ferries gratuitos que parte desde la preciosa estación central y llegar hasta Pllek, una zona muy hipster del norte de Amsterdam con un restaurante construido utilizando containers de carga.

Además, esa tarde brillaba el sol y al otro lado del río se veían perfectamente el moderno Eye Movie Museum y la torre A’DAM Toren, con un mirador en su parte superior y un bar con geniales vistas, recién abierto en aquellos días (y que luego visitaríamos en el segundo de los viajes a la ciudad).

Uno de los que visité con frecuencia fue Vondelpark, en la zona sur de la ciudad y cercano al Rijksmuseum y al museo Stedelijk, y allí pude disfrutar de preciosos atardeceres en un entorno natural muy tranquilo, sólo salpicado por alguna que otra bici y alguna que otra persona corriendo (la foto del museo Stedelijk me la hizo así Google Photos :D).


Muy tranquilo, claro, hasta el Día del Rey. Porque ese día la ciudad dobla sus habitantes y todo el centro queda cortado al tráfico -hasta de tranvías-. Mires donde mires encuentras gente vestida de naranja (el color nacional), con camisetas, gorros, bufandas y todo tipo de accesorios de este color. De hecho, esto recibe el nombre de oranjegekte o «locura naranja» y también ocurre en competiciones deportivas.

Otra de las características de este día es el vrijmarkt o mercadillo que hay por toda la ciudad, donde los habitantes de Amsterdam aprovechan para vender sus objetos usados y sacarse un dinerillo. También hay juegos de habilidad, niños bailando o cantando y vendiendo sus juguetes usados (esto sobre todo en Vondelpark) o, incluso por la tarde, gente que ofrece agua, refrescos y cerveza así como acceso al baño de su casa por un módico precio. De hecho, este es el único día en el que está permitido vender cosas en la calle sin permiso y sin cobrar IVA.




En la plaza Dam encontramos atracciones como una noria y otras que te dan la vuelta al estómago, sólo aptas para valientes que, como no podía ser de otra forma, son carísimas. Además, en diversas partes de la ciudad hay escenarios con música en directo, puestos de comida y bebida y mucha, mucha gente.

Además, y ya que hablamos de una ciudad con muchos canales, durante este día hay multitud de fiestas en barcos y el tráfico que hay de barcos, hasta arriba de gente vestida de naranja bebiendo alcohol es impresionante.





Realmente mires donde mires, Amsterdam es una gran fiesta el Koningsdag. Eso sí, os recomiendo visitar la zona de Jordaan, que es de las más animadas y con más gente local, y que reservéis los hoteles con antelación, porque como os digo, la afluencia de turismo tanto nacional como internacional es impresionante.

Y para que veáis que mis compañeros y yo nos empapamos de la «locura naranja», os dejo la foto anterior :)