El fin de semana que pasamos Laura y yo en el hotel Meliá de Mar en Mallorca fue estupendo, incluso a pesar del tiempo, por poder disfrutar a tope del hotel, y por poder ver a amigos que, generalmente, suelen estar un poco alejados.
Laura ya ha contado más a fondo sobre el fin de semana (ya lo haré yo también) pero una de las cosas que más nos gustó del hotel era la pequeña calita que tenía, con su mini-playita, sus tumbonas, y su salida a mar abierto, que era sencillamente espectacular.

Lo «bueno» de que hiciera malo, es que las fotos de la cala, como la que os muestro, quedaban con un cielo espectacular sobre la zona donde está Marivent.
La única espinita clavada es que el tiempo no acompañara tanto y no poderme bañar, porque me mojé los pies y el agua estaba helada, pero me habría encantado meterme en el agua y salir a mar abierto por la pequeña abertura de la cala. Quizás para la próxima vez.