Visitar Nueva York y no acabar con tortícolis de mirar hacia arriba a tanto rascacielos es casi imposible, pero merece la pena ver tanto edificio alto uno al lado del otro. En la zona del puerto, y desde Battery Park, justo antes de embarcar para ver la Estatua de la Libertad, pude ver a estos limpiacristales dejando bien limpia la fachada del edificio de Griffin Securities, fácilmente reconocible por su fachada curvada.

Da un poco de vértigo pensar en la altura a la que estos buenos hombres estaban colgados. Y sí, llevan arneses y todas las medidas de seguridad habidas y por haber, pero qué queréis que os diga, cuando los vi, y eso que yo estaba con los pies firmemente anclados al suelo, no pude evitar que se me encogiera el estómago.