Laura y yo siempre hemos sido de salir mucho a ver musicales y luego irnos a cenar, pero «algo» cambió esto hace casi 17 meses y aunque hemos intentado seguir saliendo mucho y hacer muchas cosas con Eric, está claro que lo de ir a un musical y salir a cenar los dos solos es algo que se nos había quedado por el camino.
Los Miserables, además, es uno de mis musicales preferidos, y cuando me enteré de que volvería a estar en España (estuvo en Madrid en 1992, pero entonces no lo vi), con nuevo montaje del 25º Aniversario y nueva traducción y orquestación, no lo dudé ni por un instante, teníamos que ir a verlo. Tardamos más de la cuenta, porque las entradas que encontrábamos por Internet no eran demasiado buenas, siempre estaba todo llenísimo.

Así que un día paseando por la Gran Vía, nos acercamos al teatro Lope de Vega, preguntamos, encontramos unas entradas medio decentes en Platea, y las compramos. Y entonces fue cuando le dijimos a mi suegra que se viniera de Barcelona a hacer de canguro.
El montaje del 25º Aniversario
Para celebrar el 25º Aniversario (se cumplió en 2010) del que es el musical más longevo del mundo, se renovaron vestuarios, decorados y orquestaciones. En general los cambios son muy positivos, la nueva orquestación suena como nunca, el vestuario es espectacular, y los nuevos decorados, con imágenes inspiradas en pinturas del propio Victor Hugo, es muy bueno, pero para mi gusto, prescindir del escenario circular le resta espectacularidad, aunque supongo que abarata los costes.
Si estabais en Londres, daba un poco igual porque allí tuvieron el año pasado a la vez el montaje original (que es el que sigue tras más de 25 años al pie del cañón) en el Queens Theatre, y luego el montaje del 25º Aniversario en el Barbican, así que era cuestión de decidir cuál preferías ver.
Y es que con este montaje nuevo, es verdad que la zona en la que viven los más pobres de París resulta muy creíble, parece un bloque de pisos cochambrosos de verdad, pero echo de menos que esas viviendas estuvieran compuestas por las dos secciones que salían de los laterales, y que luego giraban sobre su eje y se convertían en la barricada, que ahora simplemente entra desde el fondo y que al no girar, nos perdemos el punto de vista de los soldados (y nos perdemos algunas escenas memorables en el montaje original).

La versión española, muy buena
¿Y qué podemos decir del musical propiamente dicho? Laura ya ha explicado muy bien su punto de vista. Estoy de acuerdo en que el hecho de que el escenario no sea giratorio le quita plasticidad y dinamismo al montaje, especialmente en números muy espectaculares que ahora quedan algo desdibujados, y aunque están bien resueltos, no transmiten el sentimiento igual (por ejemplo, las muertes de Gavroche y Enjolras, que con el escenario giratorio las sientes mucho más).
La traducción del libreto es buena, pero para mi gusto abusa de palabrotas y casticismos, porque se puede escuchar varias veces puta, zorra, mamón, cabrón, participios pasados acabados en «-ao», que no me encajan nada con la obra. La canción «Chicas Guapas» que a Laura le parece muy cruda, creo que está muy fielmente traducida pero hay un momento en el que uno de los personajes suelta varios tacos y se estropea un poco, porque la crudeza no tiene nada que ver con la versión original.
Pese a esto, la adaptación del libreto es buena, pero encuentro que, en algunas de mis canciones favoritas («Quién soy yo», «El café ABC», «Estrellas»), aunque se intenta que las palabras españolas encajen con la musicalidad de la obra, quedan un poco metidas con calzador, porque en la versión original a veces tienes una palabra monosílaba en un único acorde, como cuando se dice «Red… Black…» y aquí hay que meter dos sílabas «Rojo… Negro…» y aunque entiendo que no se podía hacer de otra forma, porque esos dos colores tienen su razón de ser en la letra, queda raro.

También ocurre, como en «La Noche», cuando van a brindar, que en un único compás en la versión original cabe la frase «Drink with me», mientras que aquí dicen «Brindo por», y la frase se queda colgada porque además hay un silencio un poquito largo, hasta que siguen con el resto de la canción y no queda igual de bien.
La traducción en «La canción del pueblo», por ejemplo, sí que me gustó mucho (pese a la repetición de «pueblo» en las dos primeras frases), pero aquí me falló el no tener escenario giratorio, porque recordaba de la versión original el carromato girando por el escenario, con la gente subida a él y tirándose la bandera unos a otros, y era muy emocionante, y aquí quedaba algo estático.
¡Canta el pueblo su canción, nada la puede detener,
esta es la música del pueblo y no se deja someter!
Si al latir tu corazón oyes el eco del tambor,
es que el futuro nacerá cuando salga el sol.
De los actores, muy bien Gerónimo Rauch como Valjean, y es que cuando el Valjean es regulero, Los Miserables sufre, como pasó la segunda vez que lo vimos, en Londres. Ignasi Vidal como Javert está muy bien, pero por un lado tiene canciones en las que la música hace que la letra vaya como a pequeños saltos y en inglés dice palabras cortas, que encajan muy bien, sin embargo aquí casi parece que habla como un robot y por otro lado, en sus canciones para lucirse, «Estrellas» y «El suicidio de Javert», la traducción no le hace justicia, por lo que su papel para mi gusto se resiente un poco.
Otro que me gustó mucho fue Carlos Solano como Enjolras (no estaba Daniel Digés cuando fuimos). Además de que es simpatiquísimo, que nos firmó el CD y estuvimos charlando un ratito con él sobre el musical, lo hace estupendamente bien, aunque Enjolras es uno de mis personajes favoritos y quizás sea poco objetivo.
Los Thenardier, que son dos personajes que siempre se llevan muchos aplausos del público porque son muy divertidos, me gustó mucho ella, pero él algo menos, quizás también porque tenía demasiadas frases con palabrotas y casticismos, y no me cuadraba. Laura comenta que Marius le dejó un poco fría, y es verdad, pero después de haber visto a Michael Ball, yo la verdad ya no me imagino a otro Marius (de hecho, de las cuatro veces que lo hemos visto en directo, más los dos grabaciones en DVD, Michael Ball es el único Marius del que tengo recuerdo. Bueno, vale, y Nick Jonas también, pero no porque lo haga especialmente bien…).
El nuevo montaje incluía fondos diferentes que daban más profundidad a los decorados, que en números como los que transcurren en las alcantarillas de París y en el suicidio de Javert se dejan notar porque hacen el número más espectacular.
Pero lo mejor de todo, para mí, fue el casting y sus perfiles vocales porque después de haber visto muchas veces este musical, cada actor de la versión madrileña de Los Miserables tenía el perfil vocal perfectamente reconocible para el papel que estaba interpretando, y vale, ya sé que es algo normal cuando se montan musicales de estos grandes, pero no dejó de sorprenderme que cada actor encajaba como un guanto en su papel.
Como no podía ser de otra forma, acabamos comprando el CD con la versión en español (que fue el que nos firmaron en el descanso), y hoy mismo ya me lo he traido en el iPhone. Y como colofón, dejadme que os recomiende este musical encarecidamente, aunque en Madrid sólo están hasta el 24 de julio pero a partir del 3o de septiembre lo tendréis en Barcelona (¿Nos vamos a verlo allí, Laura?), y en Londres, por supuesto, en el Queens Theatre los tenéis, y seguro que durante muchos años más.
Buen resumen del debate que tuvimos después de salir del teatro ;)
Gracias! :D