Una de las líneas de tren más curiosas de Tokio es la Yurikamome, que permite conectar Shimbashi con la isla artificial de Odaiba. Y es un tren sin conductor que hace un interesante recorrido por Tokio.

El comienzo del recorrido es genial porque cruza por la zona de rascacielos de Shiodome y desde el tren se ve el reloj diseñado por Miyazaki. Además, como esta línea cruza el precioso Rainbow Bridge, es una gozada situarse en el primer coche y ver cómo hace un giro de 270 gratos para encarar el puente y cruzar la Bahía de Tokio hacia Odaiba.

Eso sí, como es de esperar, la zona delantera del primer coche es la más solicitada, y no por los niños, a los que siempre les gusta ver el recorrido, sino incluso a adultos, y es que a los japoneses les gustan tanto los trenes que a veces me he encontrado algunos ahí situados grabando vídeos y time-lapses.


Volver desde Odaiba cuando ya se ha puesto el sol y el puente está iluminado es una maravilla, también. Y claro, si sólo el viaje en tren ya resulta tan interesante, mucho más lo es el disfrutar de todo lo que la isla artificial de Odaiba tiene que ofrecer.


Pero de Odaiba os hemos hablado de sobra en Japonismo, de su Museo Miraikan, de su Estatua de la Libertad, de sus centros comerciales, uno de los cuales tiene una reproducción a tamaño real de un Gundam, y aún tenemos que hablar más, que de la noria o del Toyota MegaWeb todavía no hemos dicho nada.

La verdad es que esa primera parte del recorrido. De Shiodome hacia el puente pasando entre rascacielos por la noche,
es una de esas estampas «Blade-Runner», que tanto se ven en Tokio. Que ganas de volver!!!!
Un saludo viajero.
Gracias por el comentario Manu! Cierto, es estilo Blade Runner (por qué no me habrá venido a la cabeza esa referencia al escribirlo? :D).
Ay, yo también tengo ganas de volver :D