Tromsø, en la Laponia noruega, es una preciosa ciudad perfecta como base de operaciones para disfrutar del sol de medianoche (aún estáis a tiempo) o las auroras boreales.
Yo la he visitado tanto en verano como en invierno y he podido disfrutar de ambos momentos. Y sin duda merece mucho la pena porque, aunque sea una ciudad tan septentrional, Tromsø está plagada de cosas que hacer. Y si vais ahora en verano, con la cantidad de luz que hay, aprovecharéis mucho más.

En este caso, la foto está hecha en el puerto, desde uno de los pantalanes y, como os podéis imaginar, al ver que el agua reflejaba tan bien las preciosas casas y restaurantes que hay pegados al puerto, quise hacer una foto que recogiera esos reflejos. Yendo un paso más allá, jugué un poco con esos reflejos rotando la foto 180 grados de forma que el reflejo quedara arriba, como si fuera lo que ven nuestros ojos cuando miramos a las casas desde los pantalanes del puerto. Espero que os guste.