ACTUALIZACIÓN: el restaurante reseñado cerró sus puertas hace ya algún tiempo, pero queda un restaurante de Urban Diner en Valdemoro, a las afueras de Madrid.
Urban Diner es otro de los muchísimos restaurantes especializados en hamburguesas que se están abriendo en Madrid en los últimos tiempos. En realidad es una franquicia que de momento sólo cuenta con un restaurante en Madrid, y es que llevan abiertos poco tiempo.

Lo más curioso de Urban Diner es que parecen tener ciertos problemas de identidad. La primera vez que los vi, tenían el local en la calle Preciados, y se llamaba Urban Burger. Cuando volví a pasar por allí, habían cerrado, sin ninguna explicación.
Parece ser que el sitio no era el mejor, ya que entonces leí que iban a abrir un local en la calle Génova, y de hecho, cuando estuve, todavía se llamaba Urban Burger. Días después, a través de Twitter, me comentaron que ahora se llamaban Urban Diner. No sé si tendrá que ver con problemas con el registro de ciertos nombres o qué, pero resulta confuso cuando menos.
En mi segunda visita, aunque el sitio ya se llama Urban Diner, el exterior sigue teniendo las siglas UB, así como la carta.
El local
El local de Urban Diner engaña. Por fuera parece pequeño, con un mostrador que recuerda al de una cadena de comida rápida americana de toda la vida, y unas pocas mesas. Pero luego tiene una planta inferior en la que hay bastante más espacio, desde mesas normales a mesas en las que comer sentado en taburete.

Por supuesto, la comida se puede pedir para llevar, pero quizás lo que más sorprenda sea que, pese a la apariencia de sitio de comida rápida, cuando comes allí un camarero te acompaña a la mesa y luego te toma el pedido. No es que otros restaurantes de hamburguesas no sean así, sólo que en Urban Diner parece que no vas a tener este servicio y resulta muy bienvenido, además de que los camareros son bastante eficientes.
La decoración es de estilo diner pero moderno, sin demasiadas estridencias y sin que sea excesivamente recargado. Eso sí, el hilo musical con clásicos del rock de los años 50, aunque está bien, puede llegar a cansar.

Por cierto, para los que os importa el tema de las bebidas, en Urban Diner los refrescos son de máquina, no de botella.
Las hamburguesas de Urban Diner
Según cuentan en su web, todos los productos son frescos y la carne es 100% nacional. El pan, de tipo chapata con corteza blanda, lo hacen en exclusiva para ellos, según cuentan.

Las opciones son muy, muy sencillas: dos hamburguesas, la Classic, de 130 gramos de peso por 3,95 euros y la Urban Legand, de 170 gramos, por 4,95 euros. Y no, no existe opción de hacer doble ninguna de ellas.
Ambas llevan lechuga, tomate, cebolla roja y salsa especial. Si se desea algún complemento, como bacon, queso, etc., cuesta 0,50 euros adicionales por complemento. Por ese precio, como podéis suponer, no llevan patatas, aunque ahora hablaremos de ellas. Pedí una Urban Legend con extra de queso y bacon, que es la que podéis ver en las fotos en mi primera visita, y una Urban Legend con extra de bacon en mi segunda visita.
Mi primer chasco es que no me preguntaron el punto de cocción de la carne. En la carta, en principio, dicen que te la hacen a tu gusto, pero en ninguna de mis dos visitas lo preguntan, así que no se puede decir que sea un descuido.

La carne, como se puede comprobar, venía más hecha de lo que llamaríamos «al punto». No me suele importar demasiado que en algunos sitios no te pregunten el punto de la carne, si el punto de cocción está cerca de lo que se considera «al punto». De todas formas, pese a este punto de cocción, la hamburguesa es muy jugosa y está buena de sabor.
El pan estaba muy bueno y viene ligeramente tostado, aunque más en su parte superior, curiosamente, que en la inferior. Y es esta parte inferior la que más sufre cuando comemos, principalmente porque es la que se lleva todos los jugos de la carne.
Y no, el pan no aguantaba en su sitio todo el tiempo, resquebrajándose y desmostándose. También, por lo que pude ver en otra mesa, el pan es el mismo independientemente del tamaño de la carne, y ya sabéis que siempre digo que el tamaño del pan tiene que ser el justo para acompañar al tamaño de la carne.
Las patatas y el resto del menú
Las patatas de Urban Diner, según dicen en su menú, son «sin aceites añadidos, crujientes y sabrosas», y la ración cuesta 2,95 euros, más que suficiente para que coman dos personas. Existen varias salsas que se pueden añadir sin cargo adicional, como la de queso, la de queso y bacon, BBQ, etc. En ambas visitas las pedí con salsa de queso y bacon (las salsas no tienen un precio añadido, sino que con la ración de patatas puedes pedir cualquiera de las salsas).

Estas patatas se hacen al horno, con lo que no son, en puridad, patatas fritas (aunque el menú las llame French fries). Y ya se adivina por la foto, pero de crujientes no tenían nada, y es que se nota que el exterior estaba poco hecho, como si no les hubieran dado el último golpe de horno.
Está claro que en esta primera visita fue un descuido, porque en la segunda las patatas sí que estaban crujientes.
Para picar tienen también cosas típicas como nachos, ensalada César, aros de cebolla, etc. La primera vez pedí unos aros de cebolla, por 2,95 euros, con salsa BBQ. La salsa estaba rica y los aros no estaban nada grasientos. Pero no cumplen la promesa de «crujientes» que dice la carta, ya que el rebozado resultaba un poco blando.

En cuanto a postres, además de batidos tienen tarta de queso, brownie, tarta de chocolate y muffins. Yo pedí el brownie con helado, por 3,50 euros. Bastante bueno para el precio que costaba, y una bomba de chocolate, como debe de ser.

Eso sí, el precio es un factor a tener muy en cuenta, porque la hamburguesa de 170 gramos, con extra de bacon, y las patatas más la bebida, me salieron por poco más de 10 euros. Eso sí, si pides entrantes y postres, el precio final sube algo más y en comparación no resulta tan económico.
Pero para comer la hamburguesa y las patatas, la relación calidad/precio me parece bastante favorable.
El martes tengo una reunión cerca. Me lo apunto y te cuento que tal las patatas y el punto de carne.
Ferpecto, así tendremos un número impar de visitas y desempatamos :)
Espera que desempato yo: no vuelvo.
Quizá sea mala suerte por mi parte, la primera vez que iba, pero para mis compañeros era la segunda y no ha mejorado su experiencia sino todo lo contrario: servicio muy lento, casi 15 minutos para traer los entrantes y más de 30 minutos para las hamburguesas, las cuales además llegaron frías. Tras probarla y constatar que estaba tan fría por dentro como por fuera, pedí que me calentaran de nuevo la mía. Era una Urban Legend con extra de queso cheddar y la camarera muy amablemente me trajo una recién hecha, pero la pequeña de tipo Classic y sin queso.
Por cierto, los entrantes fueron dos raciones de unas patatas blandas y unos aros de cebolla tiesos como ruedas de carro, pena que se complementasen tan mal…
Lo dicho, tenía ganas de ir desde que lo montaron porque paso todos los días por delante de la puerta pero no voy a volver.
Vaya mala experiencia, Miguel Ángel!
Es curioso, porque en mi caso siempre han sido rápidos, pero claro, he ido yo solo. No sé si con grupos más grandes se lían más, o la cocina es demasiado pequeña y no da de sí.
Pero todo esto significa que realmente todavía no están a velocidad de crucero, porque tanto cambio en el producto final no es lógico. Una pena entonces.
En mi caso todo ha sido una buena experiencia, se nota que han ido madurando en ideas y la calidad del producto se va mejorando.
Pedi las nuevas alitas que han puesto en la carta, y me sorprendieron por su sabor, la hamburguesa la pedi poco hecha y estaba perfecta, los aros si es cierto que al ser al horno, o te gustan crujientes, o mejor no los pidas, en mi caso me parecieron muy ricos, pero en la mesa éramos varios y gustos para todos.
En definitiva y con 8 en la mesa que éramos, la impresión general es que es un sitio agradable y bien de precio. Eso si, los postres son increíbles, os dejaran llenos, ya las raciones son abundantes, 1 para 2 esta bien.
En mi caso si que han sido eficientes pero iba yo solo y aún no había mucha gente. He salido del local a las 14:30 que supongo que será la hora punta.
La hamburguesa, aunque más hecha del punto óptimo para mi, me ha gustado más que la del Peggy Sue’s, sobre todo porque el pan es mejor y ha aguantado. Contra mi costumbre «onionringera» he pedido patatas con salsa BBQ y han sido un horror, a pesar de que me gustan las patatas al horno, estaban blandas. Un refresco, patatas y hamburguesa con extra de bacon: 10,80 €. Me he quedado con ganas del batido «The Rocket» eso sí.
PD: Ya se puede hacer la hamburguesa doble por 1,95€
Vaya Txema, pues parece que siguen sin mejorar. Al menos han añadido lo de la hamburguesa doble, que siempre es un plus para los muy carnívoros. De todas formas, es curioso porque a mí el pan, que me pareció muy rico, eso sí, me aguantó poco al final.
Lo de las patatas blandas parece ser, entonces, generalizado. No deben de tenerle el punto al tema de horno, porque sino no me lo explico…
Yo trabajo relativamente cerca y hace un par de meses estuve con varios compañeros. Tengo que decir que en aquella ocasión nos quedamos con sabor agridulce. Primero porque tanto las patatas como la carne no estaban como nos hubiesen gustado. Las patatas, como comentáis por arriba estaban blandas y la carne estaba un poco más hecha de lo que nos gustaría. Si bien el trato del personal fue realmente sorprendente por eficaces y simpáticos, un 10 para ellos.
Pues bien, el jueves pasado volvimos a ir, más que nada por darles orta oportunidad ya que nos habían parecido muy majos en la primera visita. Esta vez, no podemos añadir ni un pero, hablé con el que parecía el encargado y nos comentó que el punto de la carne en principio es uno pero que si un cliente solicita otro distinto se lo hacen. De hecho un compañero la pidió muy hecha y se la trajeron así. Yo la pedí al «punto de la casa» y la verdad es que esta vez sí estaba roja por dentro y hecha por fuera, como debe ser. También nos comentaron que habían cambiado las patatas porque ellos no estaban contentos con las primeras y la verdad es que se notó el cambio. Se nota que están hechas al horno pero están mucho más ricas que las de aquella primera vez.
Quizás el único pero es que había demasiada gente y tuvimos que esperar como diez minutos para conseguir mesa, también es verdad que fuimos en plena hora punta de un jueves que según nos dijo el encargado era su día más fuerte…
En fin, que la segunda oportunidad nos ha salido genial y mis felicitaciones al personal por saber enderezar los problemas de juventud que tuvieron hace unos meses.
Gracias por el comentario Manuel!!!
Me alegro de que hayan ido mejorando, quizás estaban en las fases previas, ciertamente… Tendré que volver a hacer una segunda review ;)
Pues yo doy un 10!!! Fui por recomendación y vuelvo a ir siempre que puedo. Creo q no hay q ser tan estrictos con las críticas: no llevan un año y todo lo que han ido ofreciendo son mejoras ( si unas patatas no son lo q esperaban , las cambian, como decís arriba), facilidades (take way) y novedades. Respecto a lo último, fui hace tres semanas y probé uno de los sándwiches nuevos que tienen, estaba riquísimo!!! Para mi, urban Diner promete, y mucho!!!! :)
Hola Angie, me alegro de que te guste tanto!
Y no es ser estricto, es ver qué se puede mejorar y ser constructivo, que criticar por criticar es demasiado fácil :)
Los sitios es verdad que mejoran con el paso del tiempo, volveré a hacerles una visita y así hago otra entrada :)
Anoche estuve en el Urban Diner de Almería y suscribo punto por punto tu opinión: no preguntan el punto de la carne, se lo preguntamos nosotros y nos dijeron que la hacían al punto a no ser que el cliente dijera otra cosa. La carne estaba más hecha que al punto y demasiado especiada para mi gusto, los aros de cebolla no eran crujientes y el brownie estaba muy rico.
Vaya Edu, no sabía que habían abierto en Almería también. Y veo que hacen las mismas cosas que en el de Madrid…